La pandemia por Covid-19 trajo consigo una crisis económica a nivel mundial que se ha visto agravada por la invasión rusa a Ucrania, lo que ha exacerbado la desaceleración de la economía global. Este contexto provocó que exista una estanflación en Asia y en gran parte del mundo, lo que trae consecuencias potencialmente perjudiciales a la economía.
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¿Qué es la estanflación?
Estanflación supone la combinación de las palabras “estancamiento” e “inflación”, por lo que podemos definirlo como la coyuntura económica en la que coinciden estos dos términos. De este modo, hablamos de que existe estanflación cuando el PIB de un país decrece durante dos trimestres consecutivos, lo que fomenta un mayor desempleo, mientras que los precios aumentan de manera continua.
Esta situación no responde a los esquemas económicos clásicos, en los que se estipula que el decrecimiento económico va acompañado de deflación; por tanto, resulta más difícil combatirla. Es así como la estanflación provoca un empobrecimiento en la población debido al impedimento al acceso de bienes esenciales, los cuales cada vez tienen un mayor costo.
El término de estanflación se acuñó en 1965 por el ministro de finanzas británico Ian Mcleod, luego de que comenzará a observarse una crisis económica en los países más desarrollados a causa de la guerra de Vietnam. El resultado fue una estanflación y paralización de la economía mundial, con una duración de casi una década. Esto rompió drásticamente con el crecimiento económico que se había observado hasta ese momento gracias a los programas de posguerra.
En la actualidad, como se ha mencionado anteriormente, tanto la pandemia por COVID-19 como la invasión rusa a Ucrania han provocado una desestabilización económica que ha hecho alertar sobre una posible estanflación en gran parte del mundo.
¿Cuál es la situación actual de la estanflación en Asia?
Desde hace algunas décadas, Asia es la región más dinámica del mundo en cuanto a economía, ya que cuenta con los países que más exportaciones realizan diariamente, lo que permite que año con año incrementen su Producto Interno Bruto.
No obstante, las perspectivas económicas de Asia para los próximos meses son estanflacionarias debido a que ha registrado un crecimiento más débil de lo esperado y una inflación más alta. El Fondo Monetario Internacional (FMI) pronosticó una baja de crecimiento del PIB de Asia hasta el 4.9% para 2022 respecto al 5.4% de enero, lo que supone una fuerte desaceleración en comparación con el año anterior.
A pesar de que la inflación en esta región comenzó siendo una de las más bajas en comparación con otros continentes como el europeo, en los últimos meses han incrementado hasta alcanzar cifras récord.
Se espera que la estanflación en Asia continúe lo que resta del año, por lo que se estima un crecimiento del 4.4% en China (-0.4 puntos porcentuales respecto a las previsiones de enero), del 2.5% en Corea (-0.5 puntos), del 2.4% en Japón (-0.9 puntos) y del 8.2% en India (-0,8 puntos).
¿Cómo afecta la estanflación al comercio internacional?
Los intercambios comerciales han sufrido altas y bajas desde el 2020, cuando se disparó la crisis sanitaria a causa del coronavirus. Si bien en un principio las tendencias se fueron a la baja, para el año siguiente las ventas se recuperaron con cifras mayores a las que se tenían registradas en prepandemia.
Sin embargo, debido al aumento de precios de algunos productos, la falta de suministro de ciertas materias primas y la situación de estanflación en Asia y en otras regiones del mundo, el comercio internacional se ha visto afectado negativamente en lo que va del año. Los envíos de bienes reflejan una baja considerable en comparación con las perspectivas para el 2022, lo que provoca una desaceleración en las economías de gran parte de los países.
A raíz de esta situación, se espera que los países en vías de desarrollo alcancen un crecimiento del 3.4% en 2022, apenas la mitad de la tasa de 2021 y muy por debajo del promedio entre 2011 y 2019. De manera similar, el pronóstico de crecimiento para los países de ingresos medios en 2022 se ha rebajado drásticamente, perdiendo 1.3 puntos porcentuales respecto de la previsión de enero.
Es probable que el crecimiento moderado a nivel global persista a lo largo de la década debido a la débil inversión en la mayor parte del mundo. Con la inflación alcanzando ahora máximos no vistos desde hace décadas, existe el riesgo de que la tasa de crecimiento de los precios se mantenga más alta durante más tiempo del previsto actualmente.
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Fuentes: Banco mundial
