Hace unas semanas nos enteramos de la esperanzadora noticia de que la vacuna contra el COVID-19 del laboratorio Pfizer tiene un porcentaje de efectividad del 90%, lo cual la coloca como la mejor alternativa como remedio a esta enfermedad que ha paralizado al mundo entero. Sin embargo, el siguiente reto involucra una cadena de suministros altamente preparada y perfeccionada que permita que la vacuna llegue a todos los destinos finales en excelentes condiciones.
¿Qué papel juega la logística internacional en la cadena de suministros para transportar la vacuna contra el COVID-19?
Recordemos pues, que la cadena de suministros es un conjunto de actividades y procesos estratégicos que se llevan a cabo para satisfacer la demanda de un producto o servicio al cliente final. En el caso de la vacuna contra el COVID-19 dicha demanda es global y en materia de logística internacional representa todo un desafío para la distribución de todos los que participan, como lo son operadores logísticos, fabricantes, laboratorios y el sistema de salud.
La condición más complicada bajo la cual se debe realizar la cadena de suministros para la vacuna contra el COVID-19 es la cadena de frío de menos de 70 grados bajo cero que requiere dicha vacuna, debido a que está elaborada con material genético que debe conservarse en estado de congelación y sin grandes alteraciones hasta su punto de administración para evitar que pierda su funcionalidad.
De igual manera, es importante mencionar que la vacuna únicamente puede conservarse cinco días en estado de congelación, lo cual significa que solo se tienen estos cinco días para realizar la carga, el transporte, los pertinentes despachos aduanales en cada país y para su administración al consumidor final sin perder la cadena de frío en todo momento.
Dificultades en la cadena de suministros de la vacuna contra el COVID-19
Dadas las condiciones bajo las cuales se debe mantener el estado de la vacuna y el poco tiempo que se tiene para realizar todo este proceso, los operadores logísticos y transportistas se han enfrentado a todo un reto para poder lograr esta misión. De hecho, solo existen un 15% de operadores logísticos del sector farmacéutico que están en disposición de almacenar a la temperatura que requiere el preparado médico y de ellos solo algo menos de la mitad tienen instalaciones adecuadas en todas sus ubicaciones.
De la misma forma la situación es complicada para las aduanas, almacenes y centros de salud en todo el mundo, ya que no hay ningún país que tenga la capacidad instalada en este momento para asegurar una cadena de frío hasta donde haya que desplegar la vacuna.
¿Qué se espera en esta operación logística y quiénes pueden ayudar?
Lo más importante en esta operación, además de empezar a contar con el apoyo gubernamental para comenzar a adecuar todos los centros de salud y centros de distribución en donde se realizará la aplicación de la vacuna contra el COVID-19, es sin duda alguna el soporte de un agente de transporte capaz de realizar esta carga proyecto con efectividad y que cuente con la infraestructura suficiente como para que las vacunas sean transportadas con éxito.
Al día de hoy, en México, DHL ha logrado transportar con éxito desde Bélgica, Alemania hasta Ciudad de México un cargamento de 3,000 dosis y que para el 31 de enero sumarán 1.4 millones.
Sin embargo aún no se puede cantar victoria. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en todo el mundo, un 20% de los productos sanitarios que son sensibles a la temperatura llegan dañados durante el transporte y el 25% de las vacunas no llegan a su destino como deberían porque sufren una degradación o un cambio en su temperatura, lo cual representaría pérdidas de millones de dólares y un retraso continuo en la administración de dicha vacuna.
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